Un cigarrillo no es un puñado de hojas de tabaco enrolladas en un papel. Hoy en día, solo la mitad del cigarrillo está compuesto por hojas de tabaco, el 30% restante es tabaco reconstituido (una mezcla de tallos molidos, polvillo de tabaco y tabaco recuperado a la que se le agregan aditivos) y el otro 20% es tabaco expandido con dióxido de carbono.
Las hojas de tabaco contienen NICOTINA que es la sustancia que hace que el cigarrillo genere adicción. La adicción de una sustancia está en parte determinada por la rapidez con la que llega al cerebro y la nicotina llega al cerebro en unos 10 segundos!! (mucho más rápido que cualquier otra droga…) por eso es tan adictiva.
Como el tabaco es amargo, las compañías tabacaleras han buscado aditivos para alterar el gusto y suavizarlo para facilitar el consumo entre los más jóvenes. Los cigarrillos actuales contienen además unos 600 aditivos entre los cuales se encuentran:
Estudios muestran que los niños que comienzan a fumar cigarrillos mentolados tienen mayor riesgo de convertirse en adictos y de ser fumadores a largo plazo. En Estados unidos, se promocionan mayormente en jóvenes y en afroamericanos. Un reporte de 2013 de la FDA concluye que los cigarrillos mentolados aumentan el riesgo de inicio en los jóvenes, generan mayor adicción y disminuyen los intentos para dejar de fumar.
Todos estos aditivos son altamente efectivos en desarrollar y mantener la adicción a la nicotina, facilitar el consumo y promover la adicción. La lista completa de aditivos no se encuentra disponible.
Al fumar un cigarrillo, se genera un proceso de combustión incompleta con temperaturas que llegan a los 1000 ºC, y que transforman los componentes originales de la planta.
Se estima que el humo de tabaco contiene más de 7.000 componentes, de los cuales unos 70 son sustancias que producen cáncer (por ejemplo: arsénico, benceno, berilio (un metal tóxico), 1,3-butadieno (un gas peligroso), cadmio (un metal tóxico), cromo (un elemento metálico), óxido de etileno, níquel (un elemento metálico), polonio-210 (un elemento químico radiactivo) o cloruro de vinilo.
El humo contiene monóxido de carbono (CO) un gas muy tóxico que constituye del 3 al 6% del humo inhalado. El CO interfiere en el transporte del oxígeno porque compite con la hemoglobina de la sangre por el oxigeno. Así, todos los órganos reciben menos oxígeno.
El alquitrán es un residuo negro y pegajoso que contiene miles de sustancias químicas que se desprenden en el humo del cigarrillo, sus restos quedan depositados en el pulmón como el hollín en una chimenea obstruyendo los bronquios y afectando la respiración.
Los filtros son de acetato de celulosa y son la principal causa de basura en el mundo. Los fumadores los tiran frecuentemente al piso sin tener en cuenta que pueden tardar hasta 25 años en degradarse! Los agujeros de ventilación en los filtros existen desde los años 70 y sirven para diluir la cantidad de nicotina y alquitrán en las maquinas fumadoras. Sin embargo, estudios muestran que, si bien la cantidad de nicotina y alquitrán en los cigarrillos ha disminuido, la cantidad de nicotina y alquitrán que aspiran los fumadores no ha disminuido para nada ya que los fumadores inhalan de manera más profunda y dan más pitadas por cigarrillo para compensar la menor cantidad de estas sustancias.