Fumadores, ex fumadores y fumadores pasivos tienen mayor riesgo de intolerancia a la glucosa o «prediabetes» por el efecto tóxico que tiene el humo de tabaco en el páncreas, donde se produce la insulina. Por otra parte, el tabaquismo es un factor independiente de riesgo de diabetes; el riesgo de desarrollar diabetes tipo II en fumadores es dosis dependiente y permanece a pesar de dejar de fumar. En ex fumadores el riesgo disminuye con el tiempo pero, es siempre mayor que en personas que no han fumado.
Las personas que tienen diabetes y fuman tienen 11 veces más riesgo de tener un infarto o un ACV. De esta manera, el tabaquismo no sólo aumenta el riesgo de diabetes, sino que también aumenta sus complicaciones y su mortalidad.